LA LEY DE CAUSA Y EFECTO, CAUSALIDAD





Dr. Moacir Costa de Araújo Lima *

Traducción: Pura Argelich

En la Mecánica Clásica, newtoniana, la ley de causa y efecto relaciona la fuerza aplicada en un cuerpo con la aceleración producida, en función de la masa de ese mismo cuerpo.
De esta forma, la causa, fuerza, está relacionada con el efecto que produce en un cuerpo libre, aceleración, en función de la masa que va a ser acelerada.
De un modo general, a partir de estudios semejantes e, incluso, de simples observaciones basadas en el sentido común, llegamos a la conclusión de que no hay efecto sin causa.
Dentro del Universo Newtoniano, de una Física de certezas, se pasó a entender que, conocida la causa, se puede determinar con absoluta precisión el efecto.
En eso se basan las planificaciones tradicionales y la limitación de las personas que no hacen nada fuera de su manual de instrucciones, por que creen que allí están las causas, que activadas producirán todos los efectos deseados.
Se vivía la ilusión de poder prever resultados futuros con precisión absoluta.
Filósofos imaginaban que una súper mente, capaz de conocer todos los factores que en un determinado instante actúan sobre un cuerpo, podría precisar todo el estado de movimiento, así como la posición del cuerpo, en cualquier instante siguiente. Y, teniendo esa súper mente acceso a todas las informaciones relativas a los agentes causales actuando en el Universo, podría prever, con rigor absoluto, cualquier evento futuro relativo a personas, animales o cosas, del átomo a las galaxias.
Se estaba desvelando el panorama en el que tomaría fuerza la teoría del destino preestablecido y de nuestra imposibilidad de modificarlo, así como de cambiar cualquier cosa, en ese universo predeterminado y previsible.
No es ése el pensamiento actual.
Delante de una misma causa, podremos llegar a diferentes efectos, cada uno con distintos grados de probabilidad de que suceda.
CONSTANCIA • 39La incertidumbre ocupó el lugar de la certeza.
Lo que a primera vista nos podría parecer caótico, de hecho nos torna libres y responsables, pues si hay posibilidades hay elecciones; la posibilidad de escoger hace que seamos participantes y responsables de nuestros actos, realizados a partir de decisiones nuestras, que podrían ser diferentes.
Pero, a pesar de la fractura de la rigidez del principio, podemos continuar afirmando que no hay efecto sin causa y que también es posible establecer, con algún grado de certeza, la causa productora, por lo menos en algunas de sus características, de determinado efecto observado.
Sin embargo, no podemos tener sueños newtonianos, pues eso nos haría regresar a un universo del que seríamos meros espectadores.
De ese modo, muchas personas exageran cuando dicen que por no haber efecto sin causa, todo lo que sucede tiene alguna razón de ser.
Es verdad. Sólo que no siempre esa razón está preestablecida por fuerzas superiores a nuestra voluntad.
Voy a dar un ejemplo:
En 2004, cuando estaba terminando el libro “La Era del Espíritu”, al disponerme a desconectar el ordenador, éste me hizo una pregunta inusual.
Al revés de la frase conocida “desea guardar las modificaciones, etc.”, preguntó si deseaba revertir el archivo “La Era del Espíritu” a otro del mismo nombre, ya existente. Ese otro archivo sólo contenía el título.
Sin entender el significado de “revertir” en el lenguaje del ordenador, respondí que sí. Resultado: todo lo que estaba escrito se transformó sólo en un título y el libro fue borrado del ordenador, sin ninguna posibilidad de recuperarlo.
Conseguí reescribirlo en 3 días.
Pero lo que aquí importa analizar es lo que viene a continuación.
Yo podría haber llevado lo sucedido hacia el lado mágico de determinaciones superiores, o de emboscadas de inferiores, y pensado:
Bien, si eso sucedió ciertamente es para que el libro no se publique ahora. Hay algún designio en ese sentido. Y, si me hubiese conformado con la supuesta finalidad o maquinación de enemigos invisibles, o, creyendo que todo era un aviso para posponerlo, el libro no habría salido en la época adecuada.
Vivimos en un. plano en el que no todo está predeterminado. Estamos sujetos a accidentes de recorrido de los órdenes más diversos. En un primer momento me desesperé pero, después, reuní fuerzas, apoyos familiares, los más importantes que puede haber, y el libro vio la luz a tiempo.
Lo que interesa examinar aquí es lo siguiente.
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Si el libro se perdió, habría algún motivo? No es verdad que todo lo que sucede tiene su razón de ser? Sí, sólo que no tenemos que vivir yendo detrás de razones mágicas a cada paso de nuestra vida, con el fin de no convertirnos en seres incapaces de luchar para conseguirlas transformaciones que queremos.
La razón era muy simple y, como todo en la vida, trajo su lección: Si no se entiende una pregunta, no hay que responderla. La causa fue simplemente una acción equivocada, causa inmediata; y la causa mediata fue responder sin saber lo que se estaba respondiendo.
Eso es para que no caigamos en el convencimiento de que todo lo que sucede es que tenía que suceder. Nos viciaron con aquella idea de un universo en el que no teníamos poder de intervención y pasamos a atribuirlo todo a factores externos a nosotros y, de modo especial, los religiosos, a factores mágicos e imponderables.
Lo que ocurrió no estaba escrito. Era sólo una de las posibilidades que se presentaron y que se transformaría en realidad o no, de acuerdo con la respuesta dada a la pregunta, elección de rol conciencia.
Por eso, no siempre es fácil identificar la causa y sin darnos cuenta - principalmente a través del pensamiento mágico - corremos el riesgo de hacer interpretaciones equivocadas.
En vez de pensar que estamos a merced de un destino, escrito en sus mínimos detalles, tenemos que habituarnos a administrar posibilidades. Eso sí que es una manifestación de libre albedrío que nos torna responsables.
Eso mismo enseñó Kardec cuando habló del libre albedrío.

* Moacir Costa de Araújo Lima, natural de Porto Alegre (Brasil) Abogado y Licenciado en Física Profesor Universitario en la PUCRS (Pontificia Universidade Católica de Rio Grande do Sul) Conferenciante y escritor
Maestro en Lingüística Aplicada en elárea de Lógica del Lenguage Natural
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